Los cañones de La Fortaleza de Santa Barbara
Los cañones de La Fortaleza de Santa Barbara, conocidos también como “Baterías San Jose” fueron traídos por los españoles para armar el fuerte y defender el pueblo de los constantes ataques piratas.
Los legendarios cañones datan del año 1550, cuando se construyo la fortaleza.
Los cañones fueron situados estratégicamente alrededor de la fortaleza apuntando hacia la hermosa bahía de Trujillo, listos para defender el territorio de los invasores.
Durante mucho tiempo los cañones de La Fortaleza de Santa Barbara desempeñaron muy bien su función y protegieron a todos los ciudadanos de Trujillo del ataque de sus enemigos.
El Robo de Los cañones de La Fortaleza de Santa Barbara
Luego de marcharse los españoles la Fortaleza de Santa Barbara quedo abandonada y comenzó a deteriorarse por el paso inclemente del tiempo. La Fortaleza fue utilizada hasta 1969 como Cuartel Militar y también sirvió de Prisión.
Alrededor del año 1950 se levantó un inventario de los cañones existentes en ese momento. El resultado arrojó un total de 39 cañones; 36 eran de hierro y 3 de bronce, entre ellos algunos eran grandes, otros pequeños y otros tenían ruedas.
Todos los cañones contabilizados estaban ubicados en el viejo Cuartel Militar o Fortaleza Santa Barbara.
Los cañones de la Fortaleza de Santa Barbara fueron desapareciendo misteriosamente hasta que de los 39 originales actualmente solo existen 13 cañones.
Es sabido por los pobladores de la ciudad de Trujillo que entre 1950 y 1969 cuando la fortaleza servía como Cuartel Militar algunos Militares de alto rango llevaron algunos cañones de La Fortaleza a otras bases militares.
Otros cañones de La Fortaleza de Santa Barbara fueron llevados a propiedades privadas y a museos.
También se sabe de un Delegado Militar de Trujillo que destruyó tres cañones en un atrevido intento de cargarlos y dispararlos.
El único cañón recuperado
En el año 1967 uno de los cañones de la Fortaleza de Santa Barbara fue sustraído del Cuartel Militar por el Gobernador Político y el Juez de Letras de esa fecha.
El cañón fue vendido por la cantidad de 3.000.00 Lempiras a un acaudalado ciudadano de Tegucigalpa. El cañón fue llevado en carro y tren hasta Tela y de allí sería llevado a vender por muchos Dólares a un Museo de Los Estados Unidos.
Ante tal desleal acto en contra de la historia y cultura de la ciudad los habitantes protestaron enardecidamente en las calles de Trujillo hasta que lograron la devolución del cañón en 15 días.
El Director del Instituto Espíritu del Siglo Prof. Edilberto Cuevas junto a Padres de familia, alumnos y pueblo de Trujillo recibieron al ritmo de tambores y aplausos la devolución del cañón.
El cañón recuperado fue colocado en el Parque Colón por el ciudadano Trujillano Rufino Galán, sin embargo con el paso del tiempo volvió a desaparecer. En la actualidad nadie sabe dónde se encuentra éste famoso cañón.
Después de tantos años los Trujillanos todavía se preguntan ¿Quién se llevó y donde están los cañones de la fortaleza de Santa Barbara?
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