Permiso para matar en Honduras

Permiso para matar en Honduras, es una frase fuerte que suena aterradora para los hondureños, es algo que veíamos venir con incredulidad, pero que ya es una realidad.

Esto debido a las «reformas» del Código Penal que se aprobaron el día Martes 21 de Febrero en el Congreso Nacional, y que fueron enviadas por el Presidente de la República a la Cámara Legislativa para que se aprobaran de forma urgente.

¿Por que creemos que estas reformas son un Permiso para matar en Honduras? Porque se reformaron específicamente los artículos 222 y 335 del Código Penal, relacionados con los delitos de «extorsión y terrorismo», además se establecieron penas mas severas para las personas involucradas en estas acciones delictivas.

¿Y por qué nos preocupa tanto la reforma del artículo 335 que habla sobre el delito de terrorismo? Porque en él se habla de las protestas y ahora quedan penalizadas. Muchos coinciden que eso específicamente deseaba el Presidente, porque desde que salió a la luz pública el escándalo de corrupción del Seguro Social, donde Juan Orlando Hernandez públicamente acepto que el partido nacional recibió fondos de esta institución para su campaña política aumentaron considerablemente las protestas en todo el territorio Nacional.

Y tomaron fuerza nuevamente a raíz del fallo condenatorio de Kevin Solorzano, quien fue declarado culpable después que desestimaron todas las pruebas de inocencia presentadas por su defensa, tomando como única prueba de culpabilidad la «confesión de la viuda» de la persona asesinada. Esto indignó tanto a los hondureños que creen en la inocencia de Kevin que miles salieron a las calles a protestar pidiendo «verdadera justicia» y un alto a la corrupción e impunidad.

Permiso para matar en Honduras Protestas

Seguramente este mar de gente protestando en las calles preocupa al Presidente, por eso y en vista de ser este un año electoral donde él ilegalmente se postula nuevamente como candidato a la Presidencia pese al descontento de la mayoría de ciudadanos inconformes con su Gobierno, quiere detener las marchas de alguna manera, pero como éstas son un derecho ciudadano, señalarlas como delito de terrorismo fue la mejor manera que encontró. Porque ahora con la reforma del artículo 335, los agentes del orden público de Honduras tienen «permiso» para reprimir libremente a las personas que en una manifestación cometan actos terroristas o que ellos consideren que lo hicieron. Por todos es sabido que los uniformados violan los derechos humanos de los protestantes y si ahora están autorizados para actuar… entonces sálvese quién pueda. Esta es la vida mejor que anuncia el Presidente?

Les invito a leer detenidamente el artículo que Julio Escoto publicó en diario El Heraldo y que titulo muy acertadamente PERMISO PARA MATAR EN HONDURAS.

Permiso Para Matar en Honduras – Julio Escoto

«Es obvio y visible: el Partido Nacional no está dispuesto a entregar el poder en 2018, sus actuales dueños van a jugarse las cartas en noviembre y de allí la urgencia, casi desesperación, de que sean aprobadas ciertas reformas al Código Penal, particularmente la figura jurídica del terrorista, nueva acá, y la inaudita, insólita pretensión, solo vista en países con corte tiránico y autoritario, de prejuzgar la intención de un policía, agente o soldado cuando dispara a alguien y lo mata. No basta la vergüenza de que a los comicios nacionales se les identifique en el exterior con el título en mofa de “elecciones estilo Honduras”, o que seamos la “república bananera” por antonomasia, sino que ahora vamos además a consagrar la “justicia estilo Honduras”, humillante baldón.

Permiso para matar en Honduras Julio Escoto

Es el cierre o amarre de la soga, pues hay un plan. Tras que el Presidente decidiera transgredir la Constitución de la República haciéndola interpretar por un órgano de Estado no consagrado para ello, más bien cometiendo delito, se puso el proyecto en marcha: la captura y dominio de todos los entes y órganos posibles de coerción y represión, desde la Corte Suprema de Justicia a las Fuerzas Armadas, pasando por el tribunal de elecciones, para luego perfeccionar el esquema: en caso de que el fraude previsto y estructurado sea excesivamente visible y desencadene reacciones de protesta y violencia tras los comicios de noviembre, para ello estarán encordados abundantes batallones de Policía Militar ––a la que para tal se quiso constitucionalizar–– y la figuración de nuevas sanciones y penas a las que, por apariencia, se las dirige contra la delincuencia común, pero que pueden ser también perfectamente aplicadas a la insubordinación política, un derecho que otorga al ciudadano la misma Constitución en el caso de sistemas despóticos o huidos de ley, como el presente.

Y no se alegue que el pataleo es legal pues para convertir a una manifestación pacífica en terrorista bastará mañana introducir entre sus filas a unos cuantos provocadores que apedreen vitrinas y quemen autos, con lo que toda oposición quedará no solo inhabilitada sino prisionera por lustros y por ende borrada de circulación.

Ningún otro país centroamericano exhibe una ley “antiterrorista” similar, ni la limitada Nicaragua donde las pandillas son combatidas con recursos educativos, no coercitivos. EUA jamás ha legislado que a un mitin callejero, ninguno, lo tipifiquen terrorista sino que diferencia quirúrgicamente entre delito común y delito político, evitando confundir ambos.

¿Los siguientes pasos para declararnos nación hitleriana serán amputación, destierro y pena capital, conforme la pauta cariísta de 1945?… Honduras va siendo deslizada hacia el Estado militarista y policiaco, donde el ciudadano será víctima inevitable de las instituciones que creó o está a punto de crear. Cierta élite viciada se hizo dueña del Estado y sus bienes y el resultado no puede ser sino excluyente para la sociedad.

Para los nacionalistas es vital, de sobrevivencia, retener el poder, no importan los costos humano y de sangre, ya que las tropelías administrativas, actos de corrupción y entreguismo patrimonial que han protagonizado los llevaría ipso facto, en un gobierno libre, a la cárcel. Y de allí que sigan su plan, el de resistir cualquier vía democrática que modifique su statu quo y que es consentido hipócritamente por gobiernos ajenos, organismos internacionales y la propia Maccih, aunque disimulen.

Si para calzarnos la bota encima es necesaria la dictadura, les va bien. Noviembre pinta, pues, lunas de sangre. Heil dem Führer»!…» *Escritor

Permiso para matar en Honduras, escrito por Julio Escoto.

1 comentario

  • dalila

    pobre de mi tierra maten ese hijo de puta ombe pueblo de terrorista no estan tachando agamos temblar ese hijo de puta

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